4 buenas razones para ir a la playa con bebés
Se acerca el verano y con él las ansiadas vacaciones familiares, pero cuando se tienen bebés es difícil decidir a dónde ir.
Te embargan las dudas y claro, los miedos. ¿Se sentirá bien, le gustará, que trabajos voy a pasar en el avión, en el hotel, habrá todos los productos que consume en el lugar al que vamos? y un largo etcétera.
En realidad, sea a donde sea que vayas siempre es lo mismo, y como en cualquier viaje con niños pequeños hay que tomar varias precauciones.
Pero hoy puedo decirte, después de haber viajado mucho con mis dos bebés, de hoy un año y medio y casi 3 años, a diferentes destinos desde que eran chiquititos, que siempre las vacaciones a la playa han sido mis favoritas, porque nos ofrecen tanto a los bebés como a los padres muchas opciones estimulantes, divertidas y relajantes.
Si te urgen unas vacaciones y no sabes a donde ir. Aquí te dejo las razones por las que considero que ir a la playa con bebés, es la mejor opción para vacacionar en familia:
1. El equipaje es ligero
Empacar para ir a la playa no es complicado, mi familia, dos adultos y dos bebés, generalmente viajamos con dos maletas de mano y una pañalera para 10 días.
Y es que la ropa de playa es ligera; vestidos, shorts, playeras, pañales normales para los primeros días y pañales para la alberca, si es que nos quedaron de un viaje anterior, de lo contrario los compramos en nuestro destino. Una muda más pesada para regresar, flotadores, algunos juguetes de playa, protector solar y listo.
A mi me parece mucho más fácil que empacar para ir a cualquier otro lugar, en donde generalmente necesitamos varias mudas de ropa incluso para el mismo día. En la playa todo es más relajado.
2. Hay poco de qué estresarse
Llegas a tu destino, recoges el coche que rentaste en el aeropuerto y te diriges a tu lugar de hospedaje. Una vez instalado, buscas en tu celular las playas con menos oleaje o más aptas para niños, cargas la ruta en tu smartphone y te aventuras.
Si es una playa virgen, no está de más prevenir con algunas bebidas y snacks. Mi receta de ensalada de pasta es perfecta para la playa.
Si es una playa con servicios y hay chiringuito o restaurante, es mucho más fácil, solo tienes que prevenir las comidas del bebé, que generalmente son sus tomas de leche en polvo o alguna papilla, que siempre es importante llevar en frío por aquello del calor.
Para ir a la playa con bebés, las recomendaciones siempre serán las mismas; un gorrito para el sol, protector solar para cuidar su piel y una buena hidratación. Lo demás, es sentarte a verlos jugar y/o jugar con ellos, hasta que todos están muy hambrientos para comer o muy cansados para volver al lugar de hospedaje.
3. Es un mundo de estimulación sensorial
Mi parte favorita de ir a la playa con bebés, es ver a mis hijos disfrutar de todas las experiencias sensoriales que ofrece. La textura de la arena, el calor del sol, el reflejo de la luz en el agua, el sonido del mar y las olas rompiendo en la orilla, piedritas, conchitas y otros niños con quien jugar.
Pueden pasar horas jugando y explorando, sintiendo el agua en sus pies, tratando de huir de las olas que rompen en la orilla, aventándose agua entre ellos, hundiendo sus mano en la arena tibia para encontrar que es fresca más al fondo, o incluso, frotándosela en el cuerpo. Y cuando toman más confianza, tirándose clavados y remolineandose en la orilla del mar.
Cuando nos ponemos más aventureros y el oleaje está muy tranquilo, tomamos sus flotadores y nadamos con ellos mar adentro, a unos 15 metros de la playa. Es una sensación muy bonita y relajante estar en medio del mar, nadando y disfrutando con tus hijos, cabe mencionar que tanto mi pareja como yo somos buenos nadadores.
4. Fomenta el desarrollo motriz fino y grueso
Ir a la playa con bebés, ofrece un sin fin de oportunidades para su desarrollo motor fino y grueso. Tomar conchitas o piedritas con los dedos, manipular arena, jugar con moldes y palas, cargar cubetas con arena y agua, entrar y salir del agua, entre muchas otras cosas, les ayuda a coordinar movimientos, tonificar los músculos de su cuerpo y ganar destreza.
Tal vez es mera casualidad, pero mis dos hijos han desbloqueado logros importantes como sentarse por primera vez, o comenzar a caminar durante unas vacaciones en la playa. Lo que yo creo, es que fueron todos los estímulos a los que estuvieron expuestos los que les dieron el empujón para lograrlo.
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