Educar sin miedo: Generar conciencia para no recurrir a la amenaza, el castigo o el grito para educar
Bien dicen que cuando el alumno está preparado, aparece el maestro. Y la pedagoga y especialista en educación emocional, Leticia Garcés, llegó a mi vida en un momento de gran reflexión sobre la maternidad y la crianza.
Encontré la campaña Educar Sin Miedo por mera casualidad. Si les soy honesta, esta información llegó a mí, en el momento en el que más la necesitaba.
El día que encontré la campaña Educar Sin Miedo, y a Lety, fue el mismo día que platicaba con mi pareja, sobre el miedo natural que siento como mamá, de que mis hijos vivan situaciones desagradables y de cómo los sobreprotejo por instinto.
Mi miedo a que les ocurra algo, es algo que yo personalmente trato de neutralizar y de no compartir con ellos, porque como menciono en varios de mis artículos previos, para mi es muy importante, que mis hijos crezcan libres de paradigmas y que confíen en sí mismos.
Puedes leer más al respecto aquí: Crianza Respetuosa, trata a tus hijos como personas competentes.
Este miedo natural, seguramente es algo que experimentamos la mayoría de las madres, y que detona todo tipo de emociones en nosotras. Hablamos de la típica, simpática y absurda frase de madre —Si te caes, te bajo de una nalgada—
Conversamos también, sobre lo importante que es que los hijos aprendan a obedecer a los padres, y que creen conciencia sobre los peligros que pueden correr dentro y fuera de casa, sobre todo conforme crecen y ganan independencia.
Pero sin infundirles miedo a experimentar, mucho menos matando su curiosidad natural.
Pensando un poco en mi educación, aunque crecí con libertad, nunca fui auto diligente, ni tuve un grado alto de auto-confianza. A decir verdad desde que recuerdo y durante muchos años, tuve miedo de tomar mis propias decisiones, o demasiada ansiedad por hacer las cosas bien, y tener la aprobación de alguien.
Si te suena familiar, tal vez compartimos el mismo tipo de educación durante la infancia, tal vez nos educaron con miedo a ser tal o cual cosa. Porque éramos muy chiquitos o simplemente porque a mamá o papá, ciertas cosas le parecían demasiado peligrosas, incómodas o desagradables para que las hiciéramos.
Cuando encontré la campaña Educar Sin Miedo, la información me resonó de inmediato, e hice totalmente consciente el porqué de estos miedos e inseguridades, que me han acompañado durante prácticamente toda mi vida.
Qué es Educar Sin Miedo
Después de platicar con Lety y de que me compartiera su trabajo, y comparando un poco la información de su campaña, con lo que aprendí sobre programación neurolingüística (PNL) en años anteriores, entendí que la educación basada en el miedo programa a los niños para tener vidas limitadas.
La PNL señala que las palabras penetran profundamente en la mente, provocando una reacción interior en cadena. Se convierten en emociones y pensamientos, transformándose también en actos.
La mayoría de las veces, utilizamos la amenaza, el castigo o el grito, como alternativa para educar y no profundizamos en validar lo que nuestros hijos están sintiendo.
Lo que más me gusta de esta perspectiva, es que aborda la educación y la regulación de la conducta en ambas direcciones. Es decir, los padres también tenemos que hacernos conscientes y auto regularnos, no solo enseñar a nuestros hijos a hacerlo.
Por lo tanto, cuando se trata de educar. Ponernos en el lugar de nuestros hijos y hacer conscientes las emociones de ambos, siempre será nuestro mayor reto.
Educar sin miedo es educar con conciencia y con amor.
Por que es necesario educar sin miedo
Las etiquetas distorsionan el autoconcepto y dañan la autoestima de nuestros hijos, los hacen creer que son como los demás los ven: traviesos, desobedientes, despistados o torpes.
Les hace creer que son cualquier cosa que les digamos mientras liberamos nuestras emociones en una situación de estrés.
Incluso en positivo, puede ser contraproducente reforzar conductas buenas que no son fidedignas, porque pueden ser derivadas de que ellos no expresen, o repriman emociones por miedo a la reacción de los padres.
Se vale equivocarse, nadie ha nacido sabiendo ser padre
Es importante que los padres que no hemos sido capaces de manejar una situación, reconozcamos que nos hemos equivocado y reparemos el daño o malestar que hayamos causado a nuestros hijos.
El palabras de Lety “El miedo cuando se siente, se atiende y cuando se genera, se
repara, no hay de otra.”
Esto permite que los niños, graben a nivel inconsciente experiencias de empatía, que les hagan sentir amados y seguros.
El miedo no puede ser nuestro motor para educar. Nuestro motor para educar, tiene que ser el amor, elijamos el amor siempre.
Leticia Garcés Larrea, es Pedagoga por la Universidad de Navarra y especialista en Educación Emocional y Bienestar en la Universidad de Barcelona. Cuenta también con estudios en Inteligencia Emocional, Neuroeducación y Psicología positiva.
Puedes revisar más información sobre su campaña Educar Sin Miedo y la fechas de sus próximas conferencias en México en el sitio web de Padres Formados.
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